Articulo 14 de la carta Magna

La constitución española de 1978, aceptada por todos los españoles, hombres y mujeres, en libre derecho como país democrático y refrendado en 1981, en su artículo catorce dice:

Artículo 14.

Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Esto, no se cumple por los políticos, por el poder judicial y por las asociaciones feministas a favor del maltrato al hombre, por el simple motivo de nacer hombre.

Artículo 20. Carta Magna

1. Se reconocen y protegen los derechos:

A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.

A la libertad de cátedra.

A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La Ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.

2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.

3. La Ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.

4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las Leyes que lo desarrollan y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.

5. Solo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.

sábado, 5 de marzo de 2011

Isabel Marín, vicepresidenta de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad

Isabel Marín, vicepresidenta de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad, no tiene pelos en la lengua y asegura que la Ley de Violencia de Género ha aumentado las muertes por suicidio de hombres y mujeres

Abogado en ejercicio desde el 93, Isabel Marín, es especialista en familia, mediadora familiar y, desde hace pocos meses, se adentra en los estudios de criminología. Su cercanía profesional a las tensiones familiares y de pareja le lleva a confesar que nuestra sociedad está enferma y que, esa enfermedad, ha estado alimentada en las últimas décadas por el radicalismo feminista. «El feminismo bibianero no le llega a las suelas del zapato al de aquellas mujeres», dice con cierta dosis de decepción. Para rematar que dentro del colectivo feminista actual hay mucho odio y resentimiento y su único objetivo es destruir al hombre. Para alcanzar sus objetivos cuentan con un presupuesto hipermillonario y una ley que parte de un principio surrealista: el hombre, por solo serlo, es ya culpable de malos tratos. Ni en el mito de las amazonas encontramos tanta crueldad.


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