Las
Salas de justicia españolas son un
hervidero de inocentes sentenciados (en una inmensa mayoría) por aquello de la
igualdad, la paridad, el machismo, el feminismo, etc., mediante la Ley 1/04 (
violencia de genero) que saca la Izquierda choriza de este país y que es
aprobada por otros no menos chorizos, que son los miembros y miembras (tiene
narices, aun teniendo el Word 2010 y todo actualizado lo de miembras no lo
puedo corregir) de los diferentes partidos que dieron su visto bueno a tan
cruel genocidio, como siempre, la culpa o las consecuencias que está a causado
no es de ellos, sino del Rey, o del Urdangarin (algún primo debe de haber).
Los
miembros y miembras, que sirven a la ley, en las salas de violencia de
genero (solo miembras, por aquello de la paridad), por norma no abren ni el
expediente que les dejan en la mesa (Fiscalas, por aquello de la paridad), por
dos motivos fundamentales, el primero es porque antes de entrar ya están
sentenciados, y el segundo y no menos importante, es porque desde instancias
superiores a las señoras fiscalas, se les ordena condenar, aunque el idiota que
tienen en frente sea inocente. Tampoco podemos dejar de hablar, de otra premisa
que ya traen y no por menos fundamental, si observan, que quien denuncia
miente…es igual, continuamos para bingo, eso de los Delitos tipificados como lo
son aquellos de Falso Testimonio y Simulación de Delito, ni se les ve, ni se
les espera, la alegación que dan es coherente, no existe nada de esto porque no
has sido considerado inocente, sino absuelto, es decir, como no se puede
demostrar el delito, pero tampoco tienen claro que sea culpable (aunque a la
parte denunciante se le note resquemor), deducen que la otra parte no miente (tal
vez exagera un poquito, por los nervios), pero como le ven cara de gilipollas
al susodicho, lo sueltan.
Seguimos
con las miembras (no he visto un solo miembro como Juez
en una Sala de Violencia), todo esto y en nombre de su según que igualdad,
democracia y leyes únicas para todos, en este país a consecuencia de un mal
divorcio, una separación jodida o una denuncia por violencia, se llevan
desahuciando a hombres desde el 2004, por sistema, siendo vejados y maltratados
por los diferentes gobiernos, políticos, jueces y fiscales (miembras, por
aquello de la igualdad) sobre todo jueces y fiscales (miembras, en fin por la
igualdad), a estos como al resto que hoy les toca vivir este drama, llegan a
una sola opción en un porcentaje muy elevado, en el año 2012, 700 hombres
(muertos) inducidos al suicidio, por los miembros y miembras que componen las
salas de justicia de la industria del género, pero aquí no pasa nada, gracias a
dios, los que por desgracia han sido inducidos al suicidio por políticos y banqueros
han conseguido una ley, a costa de sus vidas y en beneficio del resto, en
materia de desahucio, sin embargo para todos los que han caído en la maraña sistemática
de los divorcios, separaciones y violencia, jamás la tendrán. Lo gracioso de
todo es que hoy en la caja tonta y telediario del estado, en un bar tomando
alguna cañita, mi sorpresa mayúscula es no haber desahuciado a una señora
(además de la ayuda de la plataforma) por alegarse víctima de género, hoy se ha
cumplido la Ley de Murphy, éramos pocos y pario la abuela, algo que no hace
mucho comentábamos en un dialogo de besugos con unas risas se ha cumplido. Esta
aún no se ha enterado que no es a ella a la que están jodiendo, sino a unas crías,
a los que se le supone deberían de cuidar de ellas, fiscales y jueces, se las
han pasado en su momento por el arco del triunfo, porque no tienen cojones, a
pasarse por ese mismo arco a los banqueros, y menos aun cuando una mujer alega
violencia, así que ojo al dato para navegantes, porque ya hay precedente, y si
algún lector de estas pobres letras no entiende por donde va la vaina que
espabile antes de que le llegue, porque desde luego en este país pague o no,
solo tiene derecho a techo la mujer, el resto incluido críos, no, solo debe
alegar violencia de genero.
Desde luego solo me resta por pensar
como dirían en el pueblo de a pie, en esos refraneros populares y sabios, los
cuales por desgracia siempre se cumplen, gusten o no, ya que para gustos ya están
los colores, “se puede ser imbécil o gilipollas, las dos cosas no”, en España y
demostrado queda hasta el momento, el hombre lo es.